PANORÁMICA GENERAL (5)
Perfil de atardecer desde la calle Unión
Dispongo de un par de cuencos hechos de la arcilla de las palabras. Son más bien de aspecto rústico, tosco más bien.
¿Existe ya aquello con que llenarlos cuantas veces sea necesario y en atención a ciertas necesidades? Sí, y en abundancia, de la cual, por ejemplo, da cuenta una muy apretada síntesis, un digno resumen, un extracto mínimo: la declaración universal de los derechos humanos. Ya digo, por poner un ejemplo.
LOS CUENCOS
Lo necesitado es aquello
sin lo cual el desarrollo de la vida propia sufre merma o deficiencia o
serios deterioros. O, también y al tiempo, aquello en y por lo cual la vida de uno
experimenta desarrollo, despliegue de posibilidades que algunas serán traducidas en realidades. (Cuenco para los específicas humanas necesidades)
Y
Aquello sin lo cual ni tan siquiera sería posible la subsistencia. (Cuenco para las necesidades materiales)
Compruebe yo mismo la calidad de estos dos recipientes con un par de artículos de la mencionada declaración.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras,
por cualquier medio de expresión.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras,
por cualquier medio de expresión.
Veamos. Aquello sin lo cual: la libertad.
¿Merma, deterioro o deficiencia? Sin libertad, más bien merma en el desarrollo de posibilidades y de sus realizaciones. Merma afectiva que de manera difusa puede propagarse, silenciosa, sorda, en inexplicable, aparentemente, tristeza, desánimo, indiferencia, incesante evasión...
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y disfrutar de él, en cualquier país.
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y disfrutar de él, en cualquier país.
Aquello sin lo cual: Asilo.
Sin lo cual, entonces encierro, muy alto riesgo -cuando ya no hecho efectivo- de graves y perdurables deterioros.
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Tal vez mayor claridad al tunear* aquella declaración, colocando en el lugar del termino derecho la palabra necesidad. Así:
Todo individuo tiene necesidad de la libertad de opinión y de expresión;
esta necesidad incluye la de no ser molestado a causa de sus opiniones, la
de investigar y la de recibir informaciones -informaciones, eh- y opiniones, así como la, necesidad, de difundirlas,
sin limitación de fronteras,
por cualquier medio de expresión.
por cualquier medio de expresión.
En caso de persecución, toda persona tiene necesidad de recibir asilo, y disfrutar de él, en cualquier país.
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Sabré también de ella -a la necesidad me refiero- de manera indirecta, por aquello necesitado; que sé que es necesidad desde el momento que reconozco experimentalmente, en primera persona, que es justamente aquello lo que andaba necesitando, lo que tanto, y de tanto tiempo yo venia necesitando. Esa capacidad de reconocer es, si no narcotizada de tantas maneras como ello es posible, la hondonada, creciente; el recipiente magno doblemente perceptor: de aquello que yo necesito y de la necesidad misma, mía, que lo andaba buscando. Y eso en cada cual, que es por quienes y de quienes, entre tantos, dimana, por libre reconocimiento, no las muy directamente percibidas necesidades materiales, sino que las indirectamente percibidas por original y indepenciente reconocimiento de uno mismo, reconocimiento de las necesidades más específicamente humanas.
La dignidad, una de ellas; que bien puede llegar a morir por pura desnutrición. No poco aporte (ironía) carencial circula por la sociedad a tal finalidad, el de la inanición de la dignidad.
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